La expedición avilesina también se vuelve de tierras oscenses con el bronce de Ángel Miguélez en -38kg

Huesca era la gran cita de la temporada para los infantiles y cadetes y la competición tuvo cara y cruz para los avilesinos. Los infantiles regresan con dos medallas, el oro de Valeria Coronado (-44kg) y el bronce de Ángel Miguélez (-38kg) mientras los cadetes se volvieron de vacío. El entrenador de los primeros Carlos Fernández valoraba el papel de los suyos: “Estoy satisfecho porque es el remate a una muy buena temporada de esta generación sub15. Siempre digo que el manejo de las emociones es muy importante y, en este caso, a unos les fue mejor que a otros, pero estoy muy contento con esas dos medallas que ponen en valor el trabajo de todo un año”.

Por su parte el técnico de los cadetes se mostraba “disgustado” por la actuación de los suyos. Si bien es cierto que Ricardo García reconocía la complicación de luchar por el oro, su expectativa sí pasaba por meterse en la pelea por las medallas venciendo a alguno de los rivales complicados. García apuntaba a que en la competición “han salido a relucir aspectos relacionados con la confianza o de renuncia a lo que nos hace fuertes en el agarre”: El avilesino piensa en los elementos a perfeccionar de cara a la próxima temporada: “Lo más importante es que no tengan bajones en el aspecto mental cuando llega una cita de este calado. Tenemos que trabajar ese componente”.

Los infantiles viajaban con una expedición de seis judocas: Nicolás Fernández, Guillermo Fernández (-42kg), Ángel Miguélez (-38kg), las hermanas Coronado y Laura Iglesias (-57kg). En el caso de la flamante campeona de España -Valeria Coronado- comenzó su cuadro con “un combate duro, pero controlado y con muy buen actitud” ante la extremeña Pardo, posteriormente se vio las caras con la andaluza Cristóbal en un encuentro muy disputado, “pero resuelto con gran superioridad”; en semifinales tocó la navarra Telletxea, “combate muy táctico resuelto por sanciones con un gran dominio de agarre” de la avilesina y en la final ante la colombiana nacionalizada Giraldo se fueron al punto de oro “tras un combate de control de agarre total” de Coronado “que no dio opciones de hacer judo a la madrileña imponiéndose por sanciones y habiendo tenido antes varias ocasiones de marcar”. Para Fernández la competición fue «perfecta» y supone un oro «haciendo judo con templanza y cabeza y controlando las emociones, algo que a estas edades suele costar mucho».

En el caso de Miguélez, las mejoras vistas en los regionales se confirmaron en Huesca. «Logró estar a un nivel mayúsculo» cediendo en semifinales ante Polo, a la postre finalista. «El trabajo de cabeza dio sus frutos y volvió a ser el judoca con carácter e iniciativa de las citas grandes como había sido en Avilés», apuntaba su técnico. Miguélez comenzó con triunfos ante el extremeño Cabrera y contra una de las revelaciones, el madrileño Sacristán, «en un combate muy duro resuelto por una contra de o soto». Tras caer ante Polo, el avilesino supo levantarse en la lucha por el bronce ante el gallego Fernández en un combate tremendamente igualado donde aprovechó «un ataque en combativo de o uchi merced a un error». Fernández apuntaba que «se trata de una medalla que nos da gran satisfacción y en la que se vio el trabajo que hacemos en el tatami cada día y la creencia en ello».

El favorito en -42kg Nicolás Fernández se quedó sin metal y no logró rematar una temporada en la que llevaba pleno de medallas. A pesar del traspiés, su técnico reconocía que “la madurez le ayudará a ser más regular. El trabajo realizado en esta temporada ha sido estupendo y no debe emborronar a un judoca que ha sido medalla en todas las citas”. Su cuadro comenzó con victoria ante el riojano Martínez, “pero sin hacerlo de manera resuelta y como suele acostumbrarnos”, después cayó con la sorpresa del peso y a la postre oro, el catalán Cabrera, “no fue inferior, pero no logró imponerse a un judo efectivo del catalán” lo que le llevó a la repesca donde también cayó con el navarro Pérez. En este mismo peso Guillermo Fernández comenzó ganando por sanciones al murciano Imperial para luego caer ante el madrileño Hidalgo y en la repesca ante el andaluz Rodríguez: “Ha sido una buena experiencia para este judoca de primer año”.

En el caso de las chicas, Adriana Coronado (-52kg) “no logró ajustarse a lo trabajado esta temporada y sin ser capaz de interpretar tácticamente a sus rivales no hizo su mejor competición”. Venció a la gallega Outeda y cayó ante la catalana Recuero. Posteriormente, en la repesca, ganó a la extremeña Berrocal y perdió ante la canaria Suarez. Fernández reconocía que “es una pena porque sabemos que podía más”. Por último, Laura Iglesias “no sacó la versión buena de otras competiciones” y cedió ante la vasca Franco en un combate “nada acertado”.

Por parte de los cadetes, Anxo Regueiro (-50kg) disputó un combate donde su entrenador Ricardo García destacaba “el dominio del kumi, pero todos los ataques venían del rival, no sacamos partido del agarre y eso es porque no confiaba en sí mismo”. En el caso de Saúl Fernández (-60kg), perdió el primer combate, “pero muy peleado. De hecho, el rival se lo lleva por un yuko muy dudoso y ajustado. La pega es que nosotros tuvimos momentos donde no supo leer la táctica o renuncio al kumi que le hace peligroso”. Posteriormente, en la repesca, el avilesino se liberó mucho más y se impuso, pero en el combate que hubiera dado el pase a la lucha por el bronce “cedió el kumi, le dio la manga y nos metió un piña de seoi-otoshi donde no hubo nada que hacer”.