El técnico de los infantiles cree que la cita de Huesca llega “en el mejor momento de estructura de judo” y trata de restar importancia recordando que “presión, cero; nervios, todos”

Carlos Fernández afronta una de las citas más importantes de la temporada con la tranquilidad de ver la evolución de sus chicos, aunque sin relajarse ya que todavía queda el plato fuerte. Consciente del potencial del grupo, considera incluso que podía haber colado algún judoca más en la fase final de Huesca y cree que llegan a la cita “muy bien”. Para Fernández hay una cuestión muy importante dentro del proceso de cada judoca: su punto de partida y la evaluación de si son capaces de sacar el carácter para competir.

¿Cómo llegas a la cita de Huesca?

Encantado, con unas ganas tremendas de que llegue este momento. Al final, es uno de los más bonitos del año y en el que los chicos más jóvenes ponen muchas ilusiones. Para ellos es su ‘cita especial’ y hay que disfrutar de cada segundo a su lado, acompañándolos, y haciendo que las emociones estén en el punto justo. Es un reto chulo y que se repite cada año con estas categorías más que con otras donde las cabezas ya están más estructuradas en cuanto a manejo de situaciones.

¿Qué supone la presencia de ocho judocas de JCA en una fase final del campeonato de España?

Es una buena cifra, entraba dentro de las previsiones medias altas. Creo que podíamos haber colado algún judoca más, pero no estamos descontentos y lo que se ha logrado es lo justo. Ha habido tres pruebas clasificatorias y oportunidades para corregir resbalones.

¿Somos conscientes de la importancia de que ocho representantes de Judo Club Avilés estén en una cita de estas características?

No es mal número, pero un club como este debe aspirar siempre a más. Recuerdo aquellos tiempos en los que entre 15 y 20 judocas rojos conformaban estas selecciones y muchos obtenían medallas en el nacional. Se está trabajando bien para volver a ese camino y los entrenadores de las diferentes categorías están alineados para ello. El último regional me dejó muy satisfecho por el proceso que nos llevó a lograr los objetivos. Hay que estar en el día a día y ver lo que se trabajó este año para lograr estructurar a los deportistas. En particular entre el segundo ranking y la final regional hubo un gran trabajo de todos y aspectos importantes como el manejo de las emociones fueron claves.

¿Cómo se le quita presión a un judoca?

Depende de la presión que tenga (risas) porque a lo mejor no hace falta quitar. Lo comparo con una caldera, es decir, hay que tener la presión justa: a veces quitar, otras poner… A mí me gusta más hablar de los niveles de activación, es decir, saber que la presión, o mejor dicho los nervios, los tienen todos y que una parte más del juego pasa por manejarlos mejor que el contrario. No solo hay que hacer mejor judo o ser físicamente superior, hay que jugar también esa parte mental que, para mí, es un 90%. Es un juego muy muy chulo. Por todo ello; presión, cero; nervios, todos y a jugar con ello que es una parte más del proceso y muy bonito.

¿Los chicos llegan en su mejor momento?

Llegan muy bien. Incluso diría que a alguno un par de semanas más de proceso le habría venido bien para llegar aún mejor, pero en general llegamos en el mejor momento de estructura de judo. Por eso ya estoy muy satisfecho, les veo hacer judo cada día y se acerca mucho a lo que a mí me gusta. La evolución desde agosto ha sido mayúscula en muchos casos y eso, más allá de lo que pase en Huesca, me hace estar muy contento. Estamos cerca del modelo que a mí me gusta para llegar a rendir en las categorías de arriba, que es para lo que hay que formar y trabajar más allá de un nacional escolar. Entiendo que para algunos sea su olimpiada particular, pero hay que trabajar con mayor perspectiva porque eso te da mayor satisfacción. Aquí incluyo más casi a las familias que a los deportistas y ellos deben verlo así porque son una parte fundamental en el acompañamiento del camino.

¿Cuánto trabajo hay de ese que no se ve?

El más bonito. Piensa que solo se compite un día de cada x. Lo que me gusta es entrenar y si disfrutamos de eso cada día nos llevará a rendir el día de la competición. En cualquier deporte debe de gustarnos el día a día porque si nos obsesionamos con los torneos y no disfrutamos cada entrenamiento empezamos a tener problemas.

¿Es más importante la victoria o el papel que se desarrolle, aunque no se alcance el pódium?

Es importante el proceso y en ese la victoria, o más bien la visión de los resultados de un ciclo mayor, por ejemplo un año, ayudan. La valoración de un judoca y, sobre todo a estas edades, debe alejarse del resultado de un día. Ahí sí que estaríamos cargando de presión a un deportista aún por formar. Atendiendo a esto, la valoración de la temporada 2024/2025 está hecha a un 85% y es muy positiva. Estamos preparados para abordar el siguiente reto que es afrontar en algunos casos un cambio de categoría.

¿Hay margen de crecimiento en este grupo?

¡Todo! El mayor de los últimos años en cualquier generación JCA y que, uniéndonos a los cadetes y junior, lograremos una importante mejora para los dos bloques porque por arriba empiezan a sacar la cabeza algunos y otros están evolucionando con Ricardo García muy favorablemente en su particular proceso. Están listos para el siguiente reto y sabiendo que hay un potencial de mejora enorme propio de esta edad. ¡Estamos ready!