El entrenador Ricardo García hace un balance positivo, pero espera mucho más del equipo en la segunda jornada

No se le ha dado mal el viaje a Madrid a la expedición de Judo Club Avilés. El debut en Liga Nacional se cerraba con buenas sensaciones, aunque con ganas de más. Tres encuentros con dos victorias ante los madrileños del Kobe y Suchil y una derrota frente a los vascos del Club Judo Ama Guadalupekoa.  “Ganamos más que perdimos, pero queremos mucho más. Quizá iba con una idea más optimista y la realidad me dio una bofetada”, ha apuntado el entrenador Ricardo García.

La tarde comenzaba con los vascos del Ama Guadalupekoa con una derrota por 4-1. “Fue un rival que nos complicó demasiado. Hicimos un judo muy estático, no éramos capaces de progresar en el kumikata y vi a los chavales un poco apagados. Calentaron bien, pero después estaban fríos”, ha señalado el técnico. El mejor fue Adrián González que “planteó un muy buen combate”, ha añadido. En el caso de Álvaro Lara e Iván González no fueron capaces de levantar un waza-ari, Javi Corral “estuvo flojito” y tan solo venció Miguel Ferreiro con dos acciones presionando fuera al rival y después de un sasae por ippon. Lejos de suponer un golpe anímico, la expedición se levantó para mostrar otra cara.

“Parece que la derrota sirvió para despertar y ante los madrileños la cara fue bien distinta”, ha explicado García. Sin embargo, ante el Suchil cayó Adrián González y ha considerado que “hay que trabajar el componente mental porque se bloquea y no es capaz de desarrollar su judo”. Álvaro Lara ganó de ippon, Corral venció remontando al final en un combate muy tenso e Iván González se impuso muy suelto.

La jornada se cerró ante otros madrileños, los del Kobe con casi pleno de victorias con Lara, Corral y Fresnedo imponiéndose en el tatami. No solo los judokas debutaron, también era el estreno del entrenador. García ha reconocido, más allá de los nervios propios, sufrir más desde la silla. “Lidiar con el sentimiento de no poner la chaqueta roja es complicado y luego la sensación que debe tener todo el mundo cuando entrena de que los judokas no te hacen caso”, ha apuntado entre risas. “A veces el judoka está concentrado y no atiende, lo he vivido. También tenemos que trabajar ese aspecto, el de cómo conectar con el competidor”, ha reflexionado.

Sobre las asignaturas pendientes, añade la actitud porque “soy consciente de que la chaqueta roja pesa mucho y hay que saber desarrollar esa responsabilidad”. Con ese ADN que le caracteriza a García, tiene claro que el objetivo es el ascenso, “pero que quede claro que ascender tiene que ser una consecuencia del buen hacer y el desarrollo del judo que queremos en el tapiz”. La segunda jornada se desarrollará el fin de semana del 25-26 de mayo.