Siete oros, una plata y seis bronces en el Complejo Deportivo de La Magdalena deja un buen sabor de boca al director técnico Carlos Fernández, aunque el avilesino cree que hay aspectos que deben seguir puliendo

El campeonato de Asturias Infantil y Cadete disputado en La Magdalena dejó una lluvia de preseas para la expedición de Judo Club Avilés. 14 metales que “nos corona como dominadores del medallero, pero hay análisis que van más allá”, comentaba el entrenador Carlos Fernández. Los oros fueron para los infantiles Noé Rodríguez (-50kg), Anxo Regueiro (-46kg), Nicolás Fernández (-38kg), Valeria Coronado (-40kg), Adriana Coronado (-47kg) y los cadetes Raquel Burgos (-57kg) y Luis Villabrille (-81kg), la plata para el infantil Carlos Linares (-46kg) y los bronces para los infantiles Héctor Cruz (-60kg), Nacho Suárez (-60kg), Sofía El Mouzdahir (-57kg), Ángel Miguélez (-38kg) y los cadetes Marco Menéndez (-55kg) y Nel Suárez (-73kg). Los siete oros serán los representantes de Asturias en la cita estatal que se disputará en Pamplona, a falta de confirmación por parte de la Federación Asturiana de Judo.

Hay varias lecturas para el director técnico. Por ejemplo, el caso de Noé Rodríguez y Anxo Regueiro. Para el primero una competición “fantástica” donde se impuso a todos sus rivales, especialmente en semifinales al ovetense Darío Pérez y en una final muy igualada al judoka de la capital Íñigo Álvarez al que empezó ganando de waza-ari, este le empató y supo sobreponerse. Se trataba de uno de los pesos más igualados, sobre todo, teniendo en cuenta que se enfrentaba a rivales de nivel. Para el segundo, Fernández no esconde calificativos: “Fue el que mejor plasmó sobre el tatami lo que venimos buscando en los entrenamientos: saber estar, control del kumi-kata y llevar los combates al judo que nos interesa”. La final la liquidaba en apenas unos segundos sin dar opción al rival “y confirma que, a pesar de ser un judoka que en las Copas de España no ha estado a un gran nivel, puede optar a todo. Todos los rivales del circuito nacional están a su altura y nos confirma que se trata de un deportista de futuro”.

Lectura diferente para Nicolás Fernández que, si bien obtuvo el oro, “no tuvo su mejor día”. Para el técnico “se impuso a todos en una liguilla de cuatro, entre ellos, a su compañero Ángel Miguélez, pero no estuvimos finos como solemos acostumbrar. El rival que más daño nos hizo fue el castrillonense Adrián Martínez. Es un oro, sí, pero un poco espeso”.

En el caso de las hermanas Coronado, ambas triunfaron sus pesos. Valeria ganó en la final a Jimena Álvarez “siendo fiel a sí misma y demostrando que es una judoka con la flecha para arriba, que mejora día a día”. Adriana por su parte ganó a Desiré Moral “en una competición que dominó por completo”. Para el entrenador, las hermanas “son dos judokas que se empapan cada día, en cada entrenamiento y lo plasman en el tatami. La clave para que la presión no pueda con ellas es ir a disfrutar del campeonato de España y así poder optar a todo lo que nuestro judo nos permita. En ello trabajaremos estas semanas”.

Los cadetes Raquel Burgos y Luis Villabrille también se subieron a lo más alto del pódium. Para la avilesina, la final fue “muy anímica y mental” ya que su rival Iría Sánchez es una vieja conocida de la competición: “En un campeonato sub18 como el que le espera, si pelea cada segundo como sabe, puede optar a resultados importantes” mientras que el avilesino logró “un merecido oro en una temporada en la que ha dominado las tres pruebas” tras imponerse, entre otros, a Quiroga.

La plata de Carlos Linares no es un mal resultado, aunque el míster considera que “podemos estar un poco más arriba”. En el apartado de los bronces, se encuentra el cadete Nel Suárez que poco a poco trata de encontrar acomodo en la categoría y que le sirvió para obtener dos victorias y dos derrotas. En el primer combate se vio las caras con Miguel Sánchez: “Salí muy nervioso, me sacaron un shido y yo busqué que le marcaran uno a él sacándole de la zona. Al ir detrás, me marco de rodillas un waza-ari y me siguió inmovilizando”. En el segundo venció por inmovilización, pero falló antes de tirarle al cambiar el agarre de arriba a la cintura. El tercero es en el que más crítico se mostró el avilesino: “No supe hacer nada y perdí por tres shidos”.