La entrenadora Raquel Pascual cree que los judokas han cogido “energía” para las competiciones regionales e insiste en que “hay que seguir en esta línea”

El Polideportivo de Canide fue, de nuevo, un lugar que dejó buen sabor de boca a la expedición de Judo Club Avilés. Una decena de metales no son mal botín para comenzar 2024 y pone de manifiesto que el trabajo realizado comienza a dar sus frutos. Nel Suárez y Adriana Coronado fueron los dos oros, mientras Luis Villabrille, Nacho Suárez, Illán Gutiérrez y Anxo Regueiro obtuvieron la plata y Daniel Pizarro, Alejandro Linares, Olaya Madrid y Valeria Coronado se hicieron con el bronce. También hay que destacar los quintos puestos de Sofía El Mouzdahir, Ángel Miguélez y Marco Menéndez y la séptima plaza de Saúl Fernández.

¿Es suficiente el resultado? Si bien es cierto que la entrenadora está satisfecha, cree que los judokas pueden dar más. “Se podían haber sacado 14 oros. Saben que siempre les voy a pedir más. Dije que con esfuerzo todo llegaría y sigo convencida de ello. Una parte del recorrido será bueno y la otra será duro y difícil, pero hay que luchar hasta conseguir nuestro objetivo”. Raquel Pascual entiende que los judokas “han cogido energía para las competiciones asturianas. Hay que seguir en esta línea, sufriendo en cada entreno”.

Entre los competidores, las sensaciones eran distintas al término del torneo. Nel Suárez reconocía sentirse nervioso, pero su primer combate supo llevarlo bien “marcando ippon de seoi de rodillas”. En la final, con más confianza, se sintió más suelto para entrar “rápidamente de harai, tras las indicaciones de mi entrenadora en el mate y marqué ippon”. En el caso de Adriana Coronado se mostraba orgullosa porque “el esfuerzo ha merecido la pena”. La asturiana tuvo dos combates. El primero, duro porque su rival “no atacaba, solo intentaba barrer e iba a la defensiva. Al principio estaba nerviosa, pero cuando lo acabé me sentí muy bien”. En el segundo, tras intentar tirarla de morote consiguió un wazari. “Yo tenía dos shidos y casi me sacan el tercero, pero aguanté hasta el final y acabé ganando con el wazari”.

En el caso de Luis Vilabrille comenzó su cuadro ganando de ippon. En el segundo combate, el rival “era un poco más fuerte de agarre. Le metí un wazari y posteriormente un ippon” mientras que en la final se sintió algo más nervioso “porque era un rival fuerte y un error cometido hizo que me ganara de ippon”.

En los bronces se encontraba Daniel Pizarro que perdió el primer cruce, aunque posteriormente repescó, lo que le impulsó y consiguió vencer en tres combates seguidos subiéndose al tercer cajón del podium. En el caso de Alejandro Linares tuvo que sudar la medalla y, a pesar de la dificultad de los rivales, se encontró cómodo en el tatami. En chicas, Valeria Coronado tuvo tres combates con dos derrotas y una victoria. En el primero cayó por un harae-gosi mientras que en el segundo se impuso con la misma técnica y en el tercero perdió en el golden score. Por último, Olaya Madrid que se sentía bien por el bronce, pero reconocía que le hubiera gustado disputar más combates: “Si hubiera hecho caso a Raquel (entrenadora) podría haber ganado la semifinal. Tengo que seguir trabajando para conseguir mejores resultados”.

En los quintos puestos, Sofía El Mouzdahir que se quedó a un combate del bronce. En el primero, intentó entrar de koshi-guruma y morote de rodillas, pero le acabaron tirando de harae-gosi mientras que en el segundo trató de tirar de morote y de koshi-guruma, pero no consiguió puntuar. Finalmente, su rival la tiró de koshi-guruma lo que le provocó el abandono por molestias en la pierna.

En el caso de Marco Menéndez su andadura se inició con victoria con un wazari y una maniobra de suelo, posteriormente sumó una derrota por dos wazaris y en el tercer combate, pese a sumar un wazari por decisión arbitral, molestias físicas le hicieron bajar el nivel lo que hizo que su rival le marcara dos wazaris y cayera. “Me he sentido cómodo, hasta el punto de forzar y tener algo de molestias, pero ha sido una buena competición para intentar aprender y mejorar”, aseguraba.

El séptimo puesto fue para Saúl Fernández que no se encontró nada contento con la competición tras cosechar dos derrotas. El avilesino reconocía estar pagando su primer año de cadete: “La experiencia ha sido dura, pero solo queda seguir entrenando para conseguir los resultados que me entusiasmarían”.