Una plata y un bronce en la cita de la capital de España dejan satisfecho al técnico Carlos Fernández mientras los Junior no recogieron el fruto del trabajo realizado en la Supercopa de España disputada en Gijón
El fin de semana de competiciones deja la cara y la cruz para Judo Club Avilés. El sábado el turno fue para los infantiles, una generación llamada a hacer grandes cosas dentro del club y que no defraudó. Dos medallas para la expedición de Carlos Fernández que se vuelven de Getafe con sensaciones positivas, aunque también con aspectos que hay que seguir perfilando.
Nicolás Fernández obtuvo la plata en –38kg. El corverano disputó un cuadro de cuatro combates, cayendo únicamente en la final ante el madrileño Rubén Yague tras vencer al castellano manchego Jorge Miguel en primera ronda, al cántabro José Ángel Fernández en cuartos de final y al extremeño Abel Castro en semifinales. “Su competición ha sido excepcional yendo de menos a más y tan sólo cediendo en la final ante un rival que marcaba la pauta en el peso. Ya lo había demostrado en el Villa de Avilés”, ha asegurado el entrenador. Carlos Fernández ha señalado que la Copa de España Infantil es “un buen test que nos pone en la senda y demuestra que las cosas se están haciendo bien”. Para el entrenador avilesino sobresale el combate de semifinales: “Cuando las cosas se pusieron complicadas con un waza ari en contra, tácticamente acabo marcando un waza ari de hombro y se coló en la final de forma sobresaliente”.
Fernández ha puesto de relieve la “madurez” de Nicolás durante la Copa: “Esta temporada no lo había exhibido ni en el Villa ni en los entrenamientos. Se trata de un judoka de primer año, algo que no hay que olvidar, y el judo inteligente que ha hecho tanto a nivel táctico como técnico es muy importante”.
Mientras Saúl Valdés se hizo con el bronce en +66kg. Una medalla que para su entrenador “no refleja los méritos realizados porque no estuvimos demasiado bien. Saúl tiene que aspirar a más, además de creer en sí mismo. Cuando lo haga podrá demostrar cosas”.
Si bien es cierto que los resultados para Fernández son una herramienta para que los judokas sigan confiando en el trabajo diario, también pone en valor el trabajo del resto de la expedición: Pedro López, Ángel Miguélez, Anxo Regueiro, Carlos Linares, Leo Potesta, Noé Rodríguez, Héctor Cruz, Hugo Cruz, Nacho Suárez, Valeria Coronado y Adriana Coronado. “Se está notando la evolución de la generación y su trabajo en los entrenamientos. La gran mayoría se metieron en los cruces de cuartos y eso nos da impulso para seguir disfrutando de los entrenamientos saber que trabajamos bien”, ha destacado.
El domingo el turno fue para la Supercopa de España Junior en Gijón. El trabajo de la semana no dio sus frutos y su entrenadora Raquel Pascual ha apuntado que “se ha notado mucho el nivel”. La catalana no lo utiliza como excusa, pero si ha recordado que en la expedición formada por Nel Suárez, Iván González, Raquel Burgos, Alejandra Pérez, Luis Vilabrille, Illán Gutiérrez y Daniel Pizarro “solo había dos junior y eso se palpa porque son chicos que les sacan cinco años. Una competición hay que ganarla y lucharla porque nunca doy nada por perdido, pero era una competición difícil”. La entrenadora también mira ahora hacia la Supercopa Cadete de Pamplona dentro de dos semanas “porque es la categoría importante para ellos”. Antes la siguiente parada será este fin de semana la final del campeonato de España Seniro en Pamplona con Elisa Fernández luchando por las medallas.